Sentir el desencanto de la vida, la pérdida, el rechazo. La piedra obvia que nunca vemos. La comodidad del egoísmo y la dádiva egoísta que siempre espera. Palabras... que no son hechos Amor y confusión. ¿Dónde está el equilibrio? Siempre hay una mano. Siempre hay un camino, el camino que se bifurca como el granado de mi huerta. K
En las piedras secas que cubren este campo, vivo. También en los lagartos que se comen mis gatas y en el mirlo que despierta mis mañanas. Vivo en la calma de mí y esta quietud la comparto a veces y la energía que suelo desgastar en los demás la quiero ahora conmigo. Esa lección la aprendo una y otra vez y no hay forma. La grabo y la exprimo para que polinice mis poros. Esta vez será de hielo. K
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