Vínculos eternos

Hay personas a las que escuchas desde que te empiezan a hablar.
Y aunque desaparezcan, nunca, dejaras de oírlas.

Es lo que me pasó contigo un día...

Y desde que las miradas se clavan en el silencio de esa paz que llevas dentro
Y notas como se cuelan en tu sangre.
En ese momento en el que dejas que la
profundidad de sus ojos se mezclen con la profundidad de tu alma,
nacen los vínculos eternos.

Y luego hay palabras que te hieren.
Y palabras que buscas toda la vida.
Luchas que perder, que sólo quieres ganar
y solo pierdes.
Una y otra vez.

También está esa mirada invisible que jamás te mira a los ojos
y te crea esa especie de desconfianza, de humillación vital.

Y ahí estás tú. Que mandas en tus miradas.
Intentando recomponer el tiempo
Y ordenarte.
K